Un espacio que no solo embellece la ciudad, sino que también es un testimonio de la rica herencia compartida entre Posadas y Paraguay

El Parque República del Paraguay, conocido también como Parque Paraguayo, es un espacio emblemático y de gran valor histórico ubicado en el barrio Villa Sarita. Ha sido testigo de múltiples transformaciones y eventos significativos a lo largo de su existencia, convirtiéndose en un punto de encuentro y recreación con el transcurrir de los años.

Todo comenzó cuando…

El origen del Parque Paraguayo se remonta a finales del siglo XIX. En 1885, el Regimiento 3, que originalmente estaba asentado en el centro de Posadas, fue trasladado a lo que hoy conocemos como el Parque Paraguayo. Esta área, en aquel entonces, era conocida como el “Barrio de los Cuarteles”. Posteriormente, cuando el regimiento se retiró, la zona pasó a llamarse “Barrio de la Asistencia” debido a la instalación de la Asistencia Pública.

En 1932, bajo la dirección del Concejo Municipal presidido por Lindolfo Monzón, se tomaron las medidas necesarias para crear un espacio verde en este lugar. Fue entonces cuando se construyeron canteros, veredas para el tránsito peatonal, que ofrecía vistas panorámicas del río Paraná. Este proyecto lo consolidó como un lugar de recreación favorito para los posadeños.

Diseño paisajista

El famoso arquitecto Alejandro Bustillo, en la década de 1930, fue el encargado de proporcionar el diseño paisajista del Parque Paraguayo. Su intervención fue fundamental para dar forma al parque tal como lo conocemos hoy en día, con sus caminos peatonales, áreas verdes y estructuras significativas.

En la parte central del parque se encuentra un obelisco, donado por la comunidad paraguaya en agradecimiento a la ayuda brindada por Posadas a Encarnación tras el ciclón que azotó la ciudad paraguaya en 1926. Este monumento, hecho de asperón de San Ignacio, es un símbolo de la solidaridad entre las ciudades vecinas.

El parque también alberga otras estructuras importantes, como el edificio ocupado por la Cámara de Representantes de la Provincia, el Museo Regional Aníbal Cambas y el Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez. Estos edificios no solo enriquecen el valor cultural e histórico, sino que también representan espacios para el desarrollo de actividades educativas, culturales y recreativas.

Remodelaciones

El Parque República del Paraguay ha sido objeto de diversas remodelaciones a lo largo de los años para adaptarse a las necesidades cambiantes de la comunidad. Entre las décadas de 1940 y 1960, se establecieron lugares de esparcimiento como el “Parque Japonés” y la “Gruta del Tigre”, locales de baile que fueron muy populares en su época y que contribuyeron a la vida social y cultural de la ciudad.

En 1941, el parque se convirtió en la primera costanera peatonal de Posadas, lo cual permitió a los habitantes disfrutar de paseos junto al río Paraná, promoviendo un estilo de vida más activo y saludable.

A lo largo del parque se encuentran varios monumentos que rinden homenaje a figuras históricas importantes tanto de Argentina como de Paraguay. Entre ellos destacan las estatuas de Domingo Faustino Sarmiento y el Mariscal Francisco Solano López, presidente del Paraguay. Estos monumentos no solo embellecen el lugar, sino que también sirven como recordatorios de la rica historia compartida entre ambos países. También se encuentra la escultura “El Guitarrista”.

El Parque República del Paraguay es, sin duda, un lugar que conserva gran parte de la historia y cultura de Posadas. Ha sido el escenario de numerosos eventos culturales, conciertos, ferias y actividades recreativas que han fortalecido el tejido social de la ciudad. Su ubicación estratégica y su diseño paisajista lo convierten en un espacio ideal para el esparcimiento y la convivencia comunitaria.

El Parque República del Paraguay tiene un valor histórico y cultural, como también por ser un lugar de encuentro y esparcimiento. A través de sus diversas remodelaciones y mejoras, ha sabido adaptarse a las necesidades de la comunidad, manteniendo siempre su esencia y su importancia como símbolo de la solidaridad y la hermandad entre Argentina y Paraguay.