En Data Urbana recorremos este polo académico, productivo y turístico de la ciudad.

Corría 1904 cuando el destino de un rincón posadeño cambió para siempre. El 28 de octubre de aquel año quedó marcado como el acta fundacional de lo que hoy conocemos como Miguel Lanús. Leopoldo Víctor Lanús fue el artífice de esta transformación urbana. Llegó a la región siguiendo los pasos de su primo, Juan José Lanusse, quien gobernó el Territorio Nacional de Misiones entre 1896 y 1905. Adquirió 900 hectáreas en Villalonga, entonces parte del paraje Rincón San Antonio.

Posteriormente, donó las tierras que fueron destinadas a la creación de un casco urbano, como la plaza, la iglesia, la escuela, la comisaría y el ferrocarril. Y en 1910, Leopoldo marcó el desarrollo urbano de la zona: cedió seis hectáreas estratégicas para la construcción de la estación de ferrocarril, estableciendo como única condición que llevara el nombre de su padre. Este gesto, aparentemente simple, terminó por bautizar no solo la infraestructura ferroviaria sino toda la comunidad que crecería a su alrededor. Desde el año 1912, este sector de Posadas recibió el nombre de “Villa Lanús”.

La Estación Ferroviaria fue el pulso vital del barrio durante décadas, conectando Posadas con Buenos Aires hasta su cese de actividades. Sus muros de ladrillo guardan aún los ecos de aquella época dorada del transporte ferroviario. A partir del 2017 fue declarado patrimonio histórico, cultural, paisajístico y arquitectónico por ordenanza del Concejo Deliberante.

Así también la vida espiritual y educativa floreció con la Capilla Sagrado Corazón, generosa donación de Rosario Galeano de Poujade; el Colegio Nuestra Sra. de Fátima; la pionera Escuela Nº 48 “Nicolás Avellaneda”, que desde 1909 forma generaciones de estudiantes.

Si hay un antes y un después en la historia de Miguel Lanús, es la instalación del Campus de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM). Este proyecto se convirtió en un motor del desarrollo de la zona, y reinventó su identidad bajo el nombre de “ciudad universitaria”. El barrio también cuenta con comercios, oficinas de organismos nacionales, provinciales y municipales, inmuebles para alojar estudiantes, la Unidad Geriátrica y, la Escuela de la Policía de la Provincia de Misiones.

Cada uno de estos espacios constituye un capítulo fundamental en la historia de Miguel Lanús, mostrando cómo la arquitectura y las instituciones pueden trascender el tiempo para convertirse en símbolos de identidad barrial.