Prólogo II
¿Por qué revisar nuestra historia? ¿Qué nos lleva a visitar archivos o hablar con las personas que fueron testigos privilegiados de hechos y circunstancias que aquí se cuentan? ¿De dónde viene esa curiosa fruición que nos generan fotos sepia y los miles de rostros que desde esas imágenes nos preguntan en silencio qué hacemos con el legado que dejaron?
Porque el pasado nos interpela, el presente nos desafía y el futuro nos motiva.
Desde la conformación del Primer Concejo Municipal, en aquel lejano 18 de octubre de 1872 en que un puñado de vecinos asumía el destino que hoy transitamos. Puerta de un territorio cuña entre dos países, bordado por el Paraná a su vera, la ciudad de Posadas ha ido creciendo a pasos agigantados y también sus instituciones.
El Concejo Deliberante así toma un protagonismo inédito a lo largo de todos estos años, como órgano receptivo y constructor de respuestas a la luz de las necesidades de la gente, en una ciudad que arraigó en su espíritu el horizonte de crecer con amor por lo nuestro.

Este libro intenta significar ese proceso y se asume como un valioso aporte. En sus cinco capítulos están documentados hechos y personajes forjadores de la historia, como así también las concreciones más actuales que nos acercan a una ciudad moderna con clara identidad de progreso inclusivo y sostenible.
Deliberar es un arte y una responsabilidad. Pero más aún es construir sólidos consensos como la respuesta elemental a la elección del pueblo en su conjunto, que honra el valor del ejercicio democrático para gobernar desde la representatividad.
La Casa del Pueblo no es solo un amplificador natural de la política local. Podrán los lectores -incluso con sorpresa-, comprobar que el Concejo ha sido testigo del paso de grandes héroes cotidianos y hechos que hicieron de nuestra ciudad un faro en la región.
Es un privilegio transitar estas páginas con tantas buenas historias. El recinto y su fachada, sus ornamentos y sus baldosas artesanales nos evocan en cada rincón una emotiva semblanza de nuestro pueblo. Atravesar el Patio Evita y el Patio Irigoyen, como también el legado de cada nombre que cruzó sus puertas, nos permiten valorar -no sin emoción incluso- una historia, la gran historia de Posadas.
Convencidos de que en democracia, las instituciones son garantes de los derechos de los ciudadanos, el Concejo Deliberante también ha sido un fiel custodio de ese mandato a través de las políticas públicas implementadas desde su labor legislativa, siendo el pueblo posadeño el verdadero protagonista en la construcción de toda esta historia.
Porque el Concejo siempre ha sido de todos y cada uno de los vecinos de nuestra ciudad, porque es la Casa del Pueblo, nuestra casa común.
¡Feliz Aniversario!